Detrás del regocijo mundial y de la República Dominicana por la elección del nuevo Papa León XIV, tendría que estar en el ánimo oficial cierta preocupación porque el nuevo pontífice asuma el papel de defender a muerte a los migrantes, en el caso dominicano, desde Haití.
El nuevo Papa, de la orden de San Agustín, nacido en la parte sur de Chicago y que ejerció largos años en una diócesis del Perú donde habita gente muy pobre, tiene un concepto claro sobre que la Iglesia debe proteger a los inmigrantes y así lo ha hecho saber regularmente.

El pontífice, nacido como Robert Provost en Chicago no habló en inglés durante el anuncio de su elección. Prefirió los idiomas clásicos de la Santa Sede, el italiano y el latín, aunque se dirigió en español a la inmensa población de su religión en el mundo y en Perú.
La diplomacia dominicana podría comprender la nueva situación e imponer a la Santa Sede de sus razones para contener la inmigración haitiana que tantos problemas causa y que tiene defensores entre los que apoyan de los derechos de los inmigrantes, un tema mundial.
El presidente Abinader haría bien en asistir a la entronización de León XIV para que se vean las caras, y el jefe del Vaticano reciba informaciones directas sobre los sufrimientos que padece la parte dominicana por la inmigración descontrolada y la amenaza de bandas armadas desde el otro país.
Además, de cómo la parte dominicana ha sacrificado sus servicios médicos para encarar los problemas haitianos y la perturbación de ánimo que ocasiona el temor de que las bandas en algún momento se hagan con el control del país obligando a la RD a rearmarse como se le pide.
El cardenal argentino Sixto Rossi, arzobispo de Córdoba dejó muy claro lo que podría venir, al decir: después de Francisco, habría que ser muy necio para dar marcha atrás”. El nuevo Papa encarna el lado progresista que privilegia abrazar a los descamisados y otros pobres.
León XIV, se propuso seguir el pensamiento de León XIII, quien sobresalió en el siglo diecinueve (1810-1903) con su encíclica Rerum Novarum que abrió los brazos a la clase trabajadora, animó la doctrina social de la Iglesia y propuso justicia social y visión de inclusión.
Aunque el presidente de Estados Unidos Donald Trump se congratuló de la elección de un Papa de origen estadounidense, sus posiciones están muy distantes. Al anticipar que quería un pontífice a su imagen, publicó una foto de pantomima donde aparecía como Papa Trump.


La elección del antiguo arzobispo de Chiclayo en la costa norte de Perú fortalecerá al sector liberal y progresista del Episcopado norteamericano al frente del cual está el muy reverendo monseñor Wilton Gregory, ex arzobispo de Atlanta, primer cardenal negro nombrado en 2020 por el papa Francisco y un crítico sin ambages de Trump.
Que la parte dominicana suavice las deportaciones de los haitianos y, sobre todo, de las mujeres haitianas que vienen a parir a los hospitales y de sus niños sería de las peticiones que podría recibir el gobierno dominicano. Ya se ha adelantado la Asociación de Industriales de RD al solicitar la regularización de los trabajadores.
León XIV sabrá la versión haitiana de la crisis que vive ese país por boca de su cardenal, Chibli Langlois, arzobispo de Les Cayes y quien asistió al Cónclave que lo eligió. Langlois ha denunciado la esclavitud como la peor rémora del pueblo haitiano. El cardenal dominicano Nicolás López Rodríguez no estuvo presente por razones de salud.