La decisión del presidente Trump de suspender los fondos de la USAID a los países necesitados como la República Dominicana y de eliminar la asistencia militar a Haití, en medio de una situación de grave inestabilidad, es un gesto inamistoso hacia los dos países, que perjudicaría enormemente a la RD.

Al paralizar la ayuda que ofrece la USAID a la RD en materia de agricultura, salubridad y a instituciones de la sociedad civil, aquí no habrá cómo reponer esos fondos, especialmente los dedicados la lucha contra el virus del Sida. El gobierno del presidente Abinader tendrá que valerse de todos los medios para que esos programas se mantengan.
República Dominicana ha venido predicando en todos los foros internacionales la necesidad de fortalecer una fuerza de pacificación de Haití, que la encabeza actualmente Kenia, para evitar que las bandas asalten el poder en la vecina nación con todas las consecuencias de afectar la paz en la frontera, y ahora Trump hace otra cosa.
Lo menos que se puede esperar es que con la visita que inicia el jueves el secretario de Estado Marco Rubio, se reconsideren las dos decisiones. Trump “le ha matado el gallo en la funda” al canciller visitante. Si los temas del retiro de las dos ayudas serán los dominantes de su visita por encima de posibles acuerdos entre USA-RD la misma no será exitosa.
Más que desentenderse de la situación de Haití, que podría provocar la caída del régimen provisional y la entronización de una dictadura de las bandas unidas, con todas sus consecuencias, lo que se supone es que el país norteamericano podría cooperar con el establecimiento de una fuerza armada que le garantice a Haití la paz.

Trump dijo el miércoles que su país ocuparía Gaza y que buscaría dispersar a los palestinos entre los países árabes, que es todo lo contrario a lo que se ha anunciado para la región caribeña y otros países. A la anunciada ocupación de Gaza, se añade su amenaza de tomar el canal de Panamá y ocupar a Groenlandia.
En lo que respecta al Medio Oriente, quiere decir que el presidente Trump no acepta la idea de la mayoría de los países de Naciones Unidas de que deben prevalecer dos estados, Israel y los palestinos. Tanta condescendencia hacia el país del primer ministro Netanyahu y tan poco hacia el llamado primer socio comercial sorprende.
La americanización dominicana tiene que estar muy preocupada por el giro que están tomando los acontecimientos y las decisiones improvisadas como la imposición de sanciones a Canadá, México y China, en la forma de aranceles para los productos de importación de los tres países y ahora la paralización de ayuda civil y asistencia militar.
En dos semanas que lleva en el poder, Trump ha dado un giro inesperado a las relaciones de su país con el resto del mundo, especialmente con América Latina. Debe ser una sorpresa para quienes apostaron que una vuelta al poder en Estados Unidos de ese líder significaría esperanza para la región y para RD en particular.

Eso de acordar con El Salvador el envío de criminales peligrosos norteamericanos y otros inmigrantes, fue algo que no se dijo, que no estaba en su campaña. La paralización de la ayuda de USAID a RD, sobre todo en agricultura, salubridad y apoyo a la sociedad civil le asestaría un golpe inesperado al Presupuesto dominicano.
Si los Estados Unidos materializan su amenaza de retirar la ayuda militar y de logística al régimen de Haití, la RD tendrá que plantearse seriamente rearmar las Fuerzas Armadas porque las bandas haitianas serán las beneficiarias de una decisión incomprensible quizás producto de un exabrupto.