República Dominicana genera 1.08 kilos de desechos sólidos per cápita al día. Si es mucho o poco, basta con saber que Brasil, con un territorio 170 veces más grande, casi 20 veces más población, genera menos: 1.04 kilos, según el estudio World-Wide Waste del Banco Mundial. Algo hay que hacer, urgentemente.
El Voluntariado Banreservas aporta soluciones a este problema y a la sostenibilidad ecológica en el país. Prueba de ello, es su programa VIDA. La iniciativa permite que habitantes de la ribera de los ríos Ozama (desde 2013) y Yaque del Norte (desde 2015) trabajen en conjunto, retirando desechos plásticos de los cuerpos de agua y los cambien por raciones de alimentos básicos.
Estas comunidades han extraído nueve millones de libras de plásticos, que incluye a dos de las variantes (PET y HDPE) que más se reciclan en el mundo.
Acompañar a las nuevas generaciones
El Voluntariado, como brazo social de la Familia Reservas, ha consolidado en los últimos años acciones en pro de la sostenibilidad: jornadas de limpieza y reforestación, colaboraciones con distintas ONG´s, alianzas estratégicas con instituciones públicas y privadas, aportes financieros y actividades educativas.
Su preocupación más reciente es la educación temprana para el cuidado del medioambiente.
“Educlic Banreservas forma parte de la visión gubernamental para mejorar la calidad de la educación y es un aporte al desarrollo sostenible de comunidades de niños y adolescentes dominicanos, que busca una educación inclusiva, equitativa y de calidad promoviendo oportunidades de aprendizaje para todos”, dijo Noelia García de Pereyra, presidenta del Voluntariado Banreservas.
Las jornadas de reforestación, emprendidas desde hace diez años, han sido exitosas con los infantes: “Son los que más amor muestran en la labor que se realiza, son amantes natos de la naturaleza. Realizar estas tareas los llena de orgullo, amor y compromiso”, precisó García de Pereyra.
Educación sostenible en el tiempo
Desde esta institución que trabaja bajo la sombrilla del banco de todos los dominicanos, Banreservas, considera que es momento de hacer esfuerzos mayores para la formación de niñas, niños y adolescentes en el cuidado de los recursos naturales.
Para empezar, sostienen, que la educación ambiental debe ser una asignatura imprescindible en todo el sistema educativo, misión en la que se debe acompañar a los docentes con su capacitación y certificación.
Luego, actividades como la reforestación y limpieza de playas deben ser recurrentes; impulsadas desde las escuelas, las comunidades y las empresas.
Pensando en intervenciones de mayor profundidad, en el Voluntariado consideran importante respaldar el surgimiento de emprendedores ambientalistas, por una parte, y fomentar los estudios universitarios en áreas científicas, por otra.
La sumatoria de acciones como estas ayudaría a tener ciudadanos más conscientes, menos permisivos con los daños e incluso más participativos en acciones y soluciones contra la contaminación en el país.
Por lo pronto, el Voluntariado Banreservas sigue aportando su granito de arena. El programa VIDA tiene proyectado recibir envases tetrapack en sus operativos. También se está evaluando una nueva localidad para implementar esta iniciativa.
La presidenta del Voluntariado explica que cada pequeño gesto cuenta y cada uno de nosotros como ciudadanos tenemos en nuestras manos que trabajar para un mejor futuro de nuestra sociedad, apoyados en que la educación es la base del progreso y el camino para lograr mejores oportunidades para todos.
Cortesía de Diario Libre
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