Samara Joy, la joven cantante de 23 años y quien ganó el premio como mejor vocalista de jazz y mejor álbum de 2022, en los recientes premios Grammy, lo que no fue una sorpresa para el mundo del jazz, que ha atesorado su melodiosa voz y su exquisita personalidad, la mira ya como si pudiera ser la sucesora de Ella Fitzgerald.
Samara produjo un primer disco, “Samara”, en 2021 y pronto la reputada revista Jazz Times la nominó como mejor artista. Su segundo álbum, Linger Awhile, lanzado en septiembre de 2022 superó todas las nominaciones en los pasados Grammys, que consiguió el codiciado primer lugar como mejor Álbum de Jazz de 2022.
Con su programa lleno de presentaciones, la compañía de Michael Lazzarof, que regentea cinco cruceros de jazz por el Caribe, la convenció de presentarse hace pocas semanas en The Jazz Cruise, el buque insignia de la flotilla jazzística, para sorpresa del público que no estaba al tanto de la selección de los Grammys. Fue su primera presentación en ese crucero.
Joy es nativa de Bronx, Nueva York y desciende de una familia de músicos por el lado de su apellido materno, los McLendon. En 2019, Samara ganó el primer lugar en la competición Sarah Vaughan Internacional, que la famosa vocalista ya fallecida, dejó instituida. Ella estudió en el Fordham High School of the Arts, in New York, y alcanzó grado Magna Cum Laude.
Amante de los estilos de Fitzgerald y de Vaughan, Samara está ahora en primera línea para tomar el cetro que dejó la primera cuando murió en 1996, con el reconocimiento mundial como la reina del jazz, título que le dio el público tras más de 60 años de actuaciones en todas partes y al cantar junto a los grandes del jazz en festivales, conciertos y una extensa discografía.
Samara domina los american standards como lo demuestra en sus dos discos mencionados y en las presentaciones en todos los escenarios, una de las últimas en The Tonight Show con Jimmy Fallon, por la cadena NBC dos semanas atrás. Su preferencia guarda relación con la resurgencia de ese cancionero norteamericano, que envuelve mucho clasicismo del jazz y a los grandes compositores.
La joven cantante newyorquina es como Fitzgerald, una mezzosoprano completa capaz de dominar los registros graves y los agudos. En su preferencia por el cancionero de la música popular compuesta por los grandes maestros como Thelonios Monk (“Round Midnight”), versión exquisita con el trío de Emmet Cohen, en su salita de presentaciones en NY.
Puedes leer: Art Tatum pavimentó el sendero del jazz piano clásico